jueves, 7 de junio de 2018

Redes

Quizá lo he dicho antes, pero es tan importante que por eso vuelvo a retomarlo: no podemos nacer y crecer solos. Nacemos de otro ser vivo y crecemos junto a muchos mas. Esto es lo que permite que la figura de familia sea permanente en nuestra historia. Es nuestra naturaleza vivir en constante cooperación y no en constante competencia.

Partiendo de allí pensé, ¿porque competimos? ¿en que momento dejamos de ser uno con el otro para ser tan solo yo y ser mejor que el otro?. Actualmente parece ser que no soy la única que se preocupa por este tipo de cuestiones. He conocido recientemente y en profundidad el concepto de Heterarquía que he entendido como una forma de organización en la que prima la equidad, la cooperación y el trabajo en red y que se ha establecido hace poco en diversas instituciones de nuestra sociedad con resultados favorables. Ese concepto de red, como buena psicóloga, me llevó a pensar en primera instancia en el ser humano y sus construcciones personales. Somos un cúmulo de fractalidades, que armónicamente hacen que nuestro cuerpo funcione para darnos facultades, habilidades y hasta conocimientos. A nivel visual, esto es maravilloso: 



Sin embargo, cuando veo fuera del ser humano, hacia la sociedad en la que vive, percibo que no todo es siempre armónico y bello. Hay caos, hay desgracias, hay necesidades y hay diferencias. Precisamente estas diferencias pueden ser vistas no solo como una debilidad, sino que es gracias a ella que el sentido de cooperación cobra sentido. Si nuestro objetivo básico es sobrevivir, ya sabemos que no podemos hacerlo solos. Ahora, tampoco podemos hacerlo todo. 

La energía del universo es determinante, porque eso es la naturaleza y como tal, eso somos nosotros. Estamos diseñados con colores de piel diferentes, ojos de formas diferentes, cabellos de diversas texturas, alturas y pesos diversos, que no siempre podrán estandarizarse para considerarnos "normales", ese concepto siempre será relativo, mas no normativo. De allí que todas esas características físicas (y mentales) nos sean útiles para superar condiciones durante nuestra existencia. 

Siempre escucho que a mi alrededor muchas mujeres (especialmente ellas) mencionan algo como "las cosas de Dios son perfectas". Para mi, Dios no es necesariamente una personificación, pero se asemeja mucho a como percibo la naturaleza. Por esa razón creo que ella nos ha dotado de características que nos hacen únicos y diferentes, para que usemos aquello en lo que sobresalimos para cooperar unos a otros en nuestra existencia.


Son esas diferencias las que nos han permitido sobrevivir, las que nos han permitido enriquecer nuestra mente, nuestra alma y nuestro cuerpo para ser cada vez mas fuertes, mas creativos, mas coherentes. 

En mi país, Colombia, actualmente pasamos por una época de gran relevancia histórica que se refiere al posacuerdo de paz. Es vital que en este momento se comprenda la utilidad de las redes y como la cooperación es indispensable en su construcción. Así mismo, es importante reconocer la potencialidad de nuestras diferencias y que sean estas las que nos unan, mas no las que acentúen las dificultades en periodo de cambio. 



Lo que modificamos de nosotros, no debe ser nuestra esencia, sino los medios que usamos a diario para identificarla y comprenderla. Una vez comprendida es posible ponerla al servicio de los otros, solo así esta puede nutrirse.

La satisfacción recibida por cuenta de la coooperación, contribuye a nuestro propósito, responde a nuestra esencia y de cierta manera, nos brinda satisfacción y felicidad. 




"Ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino de la felicidad"
José Martí.


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